Un gran despliegue mediático. Eso es lo que el grupo Atresmedia ha desarrollado durante las últimas semanas para coronar una sublime noche de debate a cuatro bandas, de cara a las elecciones generales del 20-D.
El grupo ha dado un paso firme al frente, poniendo toda la carne en el asador. Bajo el nombre «7-D | El debate decisivo» la cadena de San Sebastián de los Reyes proponía un debate a cuatro, con los principales partidos políticos que más peso tienen en todas las encuestas. Si bien, la cadena y el resto de medios han calificado este debate como «histórico» por tratarse de una contienda dialéctica con cuatro partidos, yo me atrevería a calificarlo como «histórico», pero por todo el despliegue técnico que ha conllevado, una apuesta sin precedentes en nuestro país.
Más allá de grandes eventos deportivos, como pueden ser unas olimpiadas, donde estamos acostumbrados a ver cómo los distintos canales del grupo RTVE retransmiten distintos deportes de forma paralela, en esta ocasión, el grupo Atresmedia ha planteado una nueva fórmula de hacer televisión para sus distintos canales. Una especie de simulcast mixto que les ha valido para obtener el 48,2% de share. Para ello el grupo no ha dudado en realizar un gran despliegue humano y técnico para realizar un debate brillante.
#Audiencias | #7DEIDebateDecisivo de Atresmedia se convierte en lo más visto del año, con más de 9,2 millones de espectadores (48,2%)
— Atres Comunicación (@atresmediacom) December 8, 2015
Lo importante no ha sido la difusión en simulcast del debate en sí, sino lograr una coordinación perfecta con una realización paralela de programas anteriores y posteriores al debate, emitidos las cadenas Antena 3 y La Sexta, propiedad del grupo. Más allá de los programas previos y posteriores de ambas cadenas, algo que ha deslumbrado ha sido la coordinación de entrevistadores y entrevistados por los pasillos de las instalaciones del grupo, de forma que en ningún caso se pisaban, cediendo minutos para ambos canales.
Tengo la sensación de haber vivido un momento histórico para la televisión en España. Histórico, porque va a cambiar el concepto en los que los distintos grupos mediáticos realizan sus amplias coberturas informativas y de los eventos.
En la actual época, donde la mayoría de la sociedad vive permanentemente conectada, justo cuando comenzaba a hablarse del fenómeno de la segunda pantalla a la hora de consumir televisión, muchos se las habrán ingeniado para consumir estos programas especiales, pre- y post-debate, de La sexta y Antena 3, en una tercera pantalla. Un tótem que aunaría el visitando simultáneo o alternado entre ambas cadenas sumándole la interactividad de las redes sociales. Quizá una televisión como primera pantalla, un ordenador o tableta como segunda pantalla y, como tercera opción, un teléfono móvil para hacer un seguimiento de lo más destacado en las redes sociales sin llegar a perder detalle de lo sucedido en las dos principales pantallas. Todo ello sin contar con la cobertura de Onda Cero.
Además, en esta época de las comunicaciones, las redes sociales han cobrado un peso vital en medio de una completa maquinaria bien engrasada por este grupo. Más de 2.500.000 de tweets contabilizados empleando el hastag #7DElDebateDecisivo. También un acontecimiento sin precedentes en este país, ya que es la primera vez que un asunto en internet (esta la misma etiqueta) generaba tal volumen de comentarios en apenas unas horas.
Hace apenas unas semanas, vivimos algo parecido de la mano del grupo Prisa. Un debate a tres que, aunque levantó mucha expectación, para muchos fue descafeinado e insulso. Se había anunciado que este debate del grupo Prisa estaría disponible para ver en internet, pero la gran demanda hizo que las distintas plataformas se vinieran abajo, imposibilitando hacer un correcto seguimiento de la señal en streaming. Los más afortunados, aquellos que conocían de la difusión de este debate a tres se emitía en directo por la cadena 13TV, ajena al grupo Prisa, pudieron disfrutar de este debate. Quizá la falta de información y coordinación entre los distintos medios de Prisa les jugó una mala pasada, en un intento de poner el debate a disposición de internet sin dotar a sus plataformas del soporte para aguantar la alta demanda de los usuarios.
El próximo debate, antes de las elecciones del 20-D, será el cara a cara de las dos principales fuerzas políticas del país. Este se realizará en el marco de la Academia de la TV. Quizá un debate que, tras algo listón dejado por Atresmedia, sepa a poco y termine asentándose en un monótono diálogo a dos voces, anclados en los pilares del «y tú más».